lunes, 20 de junio de 2016

Posibles usos de la memoria en el estudio

Según cómo decidamos organizar nuestro estudio, podemos optar por dos opciones, según preferencias o según cómo notemos o consideremos que mejor nos va a cundir. Por un lado, podemos centrarnos en un estudio concentrado y, por otro, en un estudio fraccionado. 
En el primer caso, el estudio del tema en cuestión (o incluso asignatura) se va a concentrar en unos pocos días, por lo que tendremos que dedicar más horas al día (lo cual es ideal, si contamos con tiempo libre) hasta que consideremos que ya tenemos todo dominado. 
En el segundo caso, el estudio se realiza de manera más fraccionada, poco a poco, pero sin abandonar cierta frecuencia. Es decir, cada día ha de encontrar un momento idóneo para el estudio y estudiar durante un rato el tema que corresponda. 
Siendo realistas, el primer método puede llegar a resultar demasiado pesado, por lo que es mucho más recomendable ir estudiando poco a poco, pero sin dejar que nos pille el toro. Puede resultar muchísimo más provechoso, pues nos facilita la asimilación de la información que vamos leyendo, los conceptos, etc., y esto se va manteniendo de manera más sencilla en la memoria a largo plazo. 
También podemos organizar nuestro estudio en función de la división que presente una asignatura. En este sentido, hay que tener en cuenta dos posibilidades: hacer una retención y memorización global o ir por partes. 
En el primer caso, la información se tendrá en cuenta en todo su conjunto. Es decir, realizamos una lectura de principio a fin de la lección en cuestión. Tratamos de memorizar y de repetir la lección las veces que sea necesarias.
En el segundo caso, como se señalaba también en uno de los casos anteriores, el tema se dividirá en secciones. Así, realizaremos una primera lectura global, para pasar a estudiar más detenidamente parte por parte, hasta que consideremos que ya tenemos dominada ese tema. Tras esto, trataremos de abordar la lección al completo, para cerciorarnos de que no tenemos lagunas entre los epígrafes. 
Como señalaba al comienzo de esta entrada, la elección de una técnica u otra deberá apoyarse en las preferencias de cada estudiante, puesto que cada uno estará más cómodo realizando una u otra posibilidad. No obstante, suele ser mejor opción el segundo método, aunque no tiene que ser necesariamente así.

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