domingo, 10 de julio de 2016

¿Cómo afrontar un trabajo grupal?

En el caso de tener que enfrentarnos a un trabajo en grupo, nos expondremos a una dificultad mayor. No porque el tema que haya que tratar sea complejo, sino porque toca ponerse de acuerdo con otras personas para que el trabajo salga adelante. Esto implica que puedan surgir pequeños roces o problemas en el transcurso del mismo.

Si tenemos la opción de formas nosotros mismos los grupos, deberemos tener en cuenta quiénes son aquellas personas que nos pueden facilitar el proceso. Esto no quiere decir que tengamos que elegir a nuestros amigos más cercanos, lo primordial es saber de antemano que haremos grupo con gente trabajadora y cuyo trato sea fácil.

Cuando hayamos conformado el grupo, tocará ponerse de acuerdo para una primera reunión en la que deberemos repartirnos el trabajo. Asimismo, es un buen momento para establecer una serie de medidas y de reglas que todos tendrán que seguir tanto por su propio bien como por el bien del grupo (todos nos jugamos la nota). De este modo, se pueden fijar los días de las posteriores reuniones, por ejemplo, o, incluso, quién puede llevar la tarea de coordinación (siendo esta una de las más importantes, por suponer un control de todos los miembros y del trabajo que vayan desarrollando). Nos aseguraremos de que el reparto de tareas sea equitativo, es mejor que no haya demasiada diferencia para evitar futuros choques.

Otra cosa igual de importante que debería tratarse en esa primera reunión será la planificación del tiempo en función de la fecha de presentación máxima que nos indique el profesor. Será más fácil organizarse si se enumeran las cosas que han de ir haciéndose por orden, estableciendo la duración que tiene que tener cada proceso. Un ejemplo sería el siguiente:
Semana 1: tarea de documentación; es decir, se buscará la información necesaria.
Semanas 2: desarrollo de las partes que cada uno tenga asignada.
Semana 3: reunión para analizar cada una de las partes y decidir entre todos si debería cambiarse algo o si se está de acuerdo con el resultado.
Semana 4: el coordinador reunirá las partes y las organizará según el orden que se haya decidido en un principio. Se lo pasará al resto de compañeros, siendo el documento todavía un borrador.
Semana 5: reunión para aportar posibles correcciones del borrador.
Semana 6: entrega.

Esto es sólo un ejemplo. Evidentemente, si se dispone de más o menos tiempo, el reparto deberá ajustarse.

Es importante que las reuniones o charlas que se puedan tener durante el desarrollo del trabajo sirvan para verificar que absolutamente todos los miembros del grupo están cumpliendo con lo que les haya tocado. Así, nos aseguraremos de que podremos cumplir con los plazos establecidos. Nada de esperar hasta el último momento. Es por esto que resulta muy importante que todos los miembros sean personas trabajadoras y que sepan implicarse.

Si surgen problemas con la actitud de algún miembro del grupo, lo recomendable es que todos hablen con él e intenten hacerle saber que ha de esforzarse y cumplir, ya que no se está jugando únicamente su nota. En caso de que el aviso no dé resultado, será recomendable hablar con el profesor y/o decidir si puede ser mejor prescindir de ese miembro y que esa parte se vuelva a repartir entre todos.

Así, es importante tener en cuenta que todos los miembros han de colaborar de igual manera y que tienen que mostrarse respetuosos con respecto a sus compañeros. Eso sí, nadie es perfecto y todos podemos cometer errores, por lo que la tolerancia frente a los fallos hay que tenerla igual de presente.

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